Estudiar en el extranjero: la mejor opción para un verano productivo
Los cursos de verano para jóvenes son una de las mejores experiencias que se pueden vivir. Y si has llegado hasta aquí es porque te lo estás planteando.
Quizás estés pensando en un campamento. O te interese más convivir con una familia nativa para absorber todo lo que puedas acerca de su cultura. Sin embargo sea cual sea tu elección de curso de verano las recompensas son las mismas: Conocerás otra cultura, aprenderás otro idioma, volverás con amigos para toda la vida y vivirás una experiencia que jamás podrás olvidar. Pero que, por lo contrario, querrás volver a repetir.
Seguro que estás deseando que llegue el verano. Disfrutar del sol y de los largos días sin tener que estudiar es todo un privilegio.
¿Quién dijo que los cursos de verano para jóvenes son aburridos?
¿Qué dirían tus amigos si vieran tu feed de Instagram repleto de fotos de ciudades de película como Nueva York o San Francisco? ¿Te gustaría disfrutar sin parar en lugares como Los Ángeles, Chicago o Boston?
Los cursos de verano para jóvenes no solo se centran estrictamente en el estudio. La convivencia y miles de actividades te sumergirán en la forma de vida americana. Y de esta manera conseguirás aprender el idioma de manera más fácil y llevadera.
De hecho, si eres de los que piensa que los cursos de verano para jóvenes son aburridos, debes saber que una vez por semana se viaja a ciudades emblemáticas y atracciones turísticas. Y esto seguro que te gusta más, ¿verdad?
Aprender inglés mientras te diviertes
Además, las clases no son las típicas de gramática, sino que se centran en conversación, juegos, debates. Lo que te empujará a conocer mejor la cultura americana. Te encantará el sistema porque aprenderás mientras te diviertes.
Hay algunas actividades que te permitirán aprender el idioma mientras eres voluntario. Y esto te enriquecerá tanto a nivel profesional como personal. Y no solo en Estados Unidos, sino también en países como Canadá, otro de los más solicitados.
Puedes hacer de cuentacuentos en campamentos para niños, visitar residencias de ancianos para mantener conversaciones interesantísimas, plantar árboles o servir comida en comedores sociales.
Los cursos de verano para jóvenes, en muchas ocasiones, son los responsables de cambiarte la vida en muy poco tiempo. Volverás siendo una nueva persona. Y, sobre todo, notarás cómo tus conocimientos en la nueva lengua son mayores en un abrir y cerrar de ojos.
¿Sabes todo lo que puedes ganar?
1.- Mejorarás tus habilidades lingüísticas
Como bien sabes, la mejor manera de aprender un nuevo idioma es viviéndolo. El día a día en el extranjero es el que, inconscientemente, va ayudándote a requerir conocimiento y dándote soltura.
Mientras juegas en la playa o charlas con tu nueva familia estarás poniendo a prueba tus habilidades lingüísticas. Y tu vocabulario. Es la manera perfecta de aprender sin necesidad de estudiar.
2.- Independencia
¿Quién no ha soñado alguna vez con pasar un tiempo con sus amigos y lejos de los deberes y las órdenes de sus padres? Seguro que a ti también te ha pasado. Los cursos de verano para jóvenes no significan ir al colegio. Significan aprender divirtiéndote.
Puede que al principio te dé algo de vértigo. Pero es una experiencia totalmente emocionante y enriquecedora. Además, pondrás a prueba tu capacidad para hacer nuevos amigos, tendrás que desenvolverte y aprender a sacar las castañas del fuego. ¿Te atreves a vivir esta aventura?
3.- ¿A quién no le gusta viajar?
Los cursos de verano en el extranjero son la oportunidad perfecta para conocer otros lugares. Independientemente de tu destino, cada uno esconde rincones mágicos que tus amigos y tú podéis explorar.
Además, no se trata de ir a los típicos sitios turísticos (que también), sino de descubrir lugares de ensueño que de no ser por la elección que tomaste de adentrarte en esta aventura, jamás habrías conocido.
4.- Empápate de nuevas culturas y tradiciones
Otro de los aspectos que esta experiencia puede aportarte es la posibilidad de abrir tu mente ante muchas cosas del mundo. Puede ser sobre culturas, gentes o prejuicios que antes tenías de cada cosa o persona.
Lo verdaderamente mágico de estudiar en el extranjero no es sólo la gran experiencia que se gana, sino que también es el hecho de adquirir una nueva mirada sobre el mundo.
Nunca se vuelve de la misma manera a casa después de haber pasado un período estudiando fuera. La experiencia generalmente cambia a las personas, haciéndolas madurar y ganar otra perspectiva de muchos aspectos del mundo.
¿Te atreves a estudiar en el extranjero en verano? ¡Aún estás a tiempo!