integración en una familia anfitriona

Pautas para integrarte en una familia anfitriona

La integración en una familia anfitriona es uno de los aspectos más sencillos para cualquier persona que vaya a estudiar en el extranjero, ya sea un año académico completo o algún curso de idiomas en verano.

Una familia anfitriona es aquella que acoge estudiantes de manera altruista. Su interés pasa por compartir su forma de vida y ayudar a los alumnos a que se integren con más sencillez. Son personas con una gran empatía encantadas de compartir sus tradiciones con otras personas.

Por eso, llevarte bien con la familia cuando sales a estudiar en el extranjero te ayudará a integrarte. Y, por supuesto, a mejorar tus estudios.

Cómo hacer una buena integración en una familia anfitriona

Llevarte bien con la familia con la que vas a convivir unas semanas, o incluso meses, es básico para que aproveches tu estancia en el extranjero. Para conseguirlo, te damos una serie de pautas esenciales:

1.- Fomenta la comunicación

integración en una familia anfitriona; facilita la comunicación

No debes ver a la familia como unos extraños. Son tu familia. Tu nueva familia. Y cuando pasen unos meses de tu año académico en el extranjero te darás cuenta de ello.

Por eso, es importante que establezcas unos buenos canales de comunicación desde el principio. Recuerda que hay pocos problemas que no se resuelvan hablando tranquilamente. Y muchos de ellos surgen por una maña comunicación.

Indícales lo que te gusta y lo que no. Si no puedes con el sabor de la cebolla, díselo. Cuéntales tus miedos, tus alergias, aquellas cuestiones que consideras importantes. Y escucha las suyas. No en vano, estás en su casa.

Y, por encima de todo, no permitas que una falta de comunicación empañe uno de los momentos más interesantes de tu vida.

2.- Cuida tus modales

integración en una familia anfitriona: cuidar los modales

Todos tenemos nuestras manías. Pero cuando compartes tu vida con nuevas personas es importante que seas consciente de aquellas cosas que haces habitualmente pero no son normales.

Hablar mientras comes, gritar, no limpiarte las manos, no hacer tu cama, incluso no bajar la tapa del WC son situaciones cotidianas que debes cuidar. Probablemente en tu casa algunas de ellas ya se consideren normales. Porque te conocen. Pero en una familia de acogida no tienen por qué aguantarlas. Cuidar estos aspectos es parte de la integración en una familia anfitriona.

Cuando realizas un curso de verano en el extranjero o te encuentras en una inmersión escolar en un país que no conoces es importante saber cómo se comportan y cómo esperan que lo hagas. Más que nada para que la convivencia sea sencilla.

3.- Participa

integración en una familia anfitriona: participa

Una de las mejores maneras de lograr la integración en una familia anfitriona es participando en las actividades cotidianas de los que te rodean. No hay nada peor que no compartir momentos de diversión con la familia con la que convives.

Además, al estudiar en el extranjero determinadas actividades que aquí son banales pueden ser importantes para continuar aprendiendo. Hacer las compras con la familia de acogida, acompañarles el fin de semana para animar en los deportes escolares o, simplemente, jugar en el jardín, son buenos momentos que te ayudarán en un doble sentido:

  1. Para mejorar la conexión con tu familia de acogida.
  2. Para practicar el idioma y conocer la cultura del país de manera más profunda.

4.- Respeta sus normas

buena integración en una familia anfitriona

Recuerda que estás en casa de otros. Por tanto, debes cumplir las normas básicas que utilizan en su convivencia diaria. Eres parte de una familia que ya tiene unos códigos de comportamiento que, cuando menos, deberías tener en cuenta.

Por ejemplo, si son madrugadores y desayunan juntos, deberías levantarte junto a ellos. Lo mismo pasa con los horarios del resto de comidas. E, incluso, con la vestimenta. Si se quitan los zapatos nada más entrar en casa, lo lógico es que tú también lo hagas.

Convivir con una familia puede ser una experiencia apasionante. Que hará aún más interesante la apuesta por una inmersión escolar en un país extranjero. Por cierto, ¿sabes que algunos de los cursos que ofrecemos te permiten vivir con el profesor con el que aprendes el idioma?